jueves, 31 de diciembre de 2015

¡FELIZ 2016!

Deseo a todos un nuevo año maravilloso, lleno de cosas buenas, nuevas experiencias y sensaciones y mejores compañías. ¡Que se cumplan todos sus buenos deseos! ¡Feliz 2016!

viernes, 25 de diciembre de 2015

lunes, 14 de diciembre de 2015

APRENDIENDO A LEER

   No se que dirán las encuestas del CIS sobre la comprensión lectora de los castellano hablantes pero, dentro del BDSM, hay ocasiones en las que me planteo si todos hablamos el mismo idioma. Soy consciente de que el lenguaje escrito propicia los errores de interpretación; la falta de entonación, la empatía que se tenga con quién escribe, el contexto cultural e incluso nuestro estado de ánimo, entre otros factores, condicionan lo que interpretamos al leer. Pero, aun teniendo ésto en cuenta, hay veces que leo comentarios tan extravagantes que me hacen releer el texto original para comprobar que estemos hablando de lo mismo. En ocasiones también me ha ocurrido con mis propios textos. De repente leo comentarios que no tienen ninguna relación con el tema principal, ¿soy una pésima comunicadora o quién lee se perdió tras el primer punto? 

  ¿Por qué ocurre ésto? Sin duda existen múltiples y muy diversas causas pero hay algunas que me llaman especialmente la atención. 

   Una de las más poderosas proviene de los prejuicios hacia quién escribe. Un grupo puede tener 4000 miembros pero debatir, debaten cuatro. Normalmente los mismos cuatro que también son activos en el resto de grupos. Por tanto acabas debatiendo siempre con el mismo centenar (por ser generosos) de personas. Como es lógico sentiremos afinidad por unos y aversión por otros. Y ésto lleva a que haya personas que, antes de comenzar a leer, ya hayan decidido su opinión solo con ver quién escribe. Es algo muy triste... y muy tonto. Siempre es posible aprender de los demás y que alguien no te caiga bien no implica que no puedas estar de acuerdo con algunas de sus opiniones. Leo a personas contradecir a otras en absurdidades por norma. No me sorprendería si un día alguien afirma que el sol sale por la noche solo por no dar la razón al contrario. Este tipo de personas no entienden lo que está escrito sino lo que ellos quieren entender. 

   Numerosos son los valedores del discurso políticamente correcto. Estos conocen a fondo todas las frases e ideas "de manual" y las esgrimen en cualquier situación; actitud, por cierto, que poco aporta al crecimiento personal y colectivo. No "se mojan", no entran en controversias, no se arriesgan ni se exponen. No dudo que tendrán opiniones propias que en algún momento difiera de la norma, pero no las dirán. En el fondo no me extraña viendo lo frecuentes que son los linchamientos públicos a quién osa opinar distinto a lo oficiosamente establecido. 

  Hay textos que simplemente son incomprensibles. No todo el mundo posee la misma habilidad para plasmar sus ideas. Frases mal construidas y ausencia de signos de puntuación son las mayores trabas para la comprensión de un texto. Si no somos capaces de hacernos entender, ¿cómo vamos a indignarnos cuando no nos entienden? Las normas gramaticales existe por un motivo. Sin ellas la lectura se vuelve árida e incomprensible.

   Especial mención merecen los que leen con la actitud "soy el ombligo del mundo". Para éstos, cualquier cosa va dirigida personalmente contra ellos. No importa que no conozcan a quien escribe, se lo toman todo como un ataque. Este egocentrismo desmedido y mal enfocado les lleva a frecuentes malentendidos ya que, cuando leen, lo hacen "a la defensiva".

   Uno de los principales indicadores de que muchos usuarios leen sin llegar a ser verdaderamente conscientes de lo que está escrito es la costumbre de compartir frases y textos "de manual". Hay veces que, cuando las analizas, ves que dice alguna burrada y sin embargo casi nadie lo ve. Por no hablar de la incoherencia entre los distintos discursos de una misma persona. 

   En definitiva, me resulta realmente triste comprobar el bajo nivel de comprensión lectora del que cada vez más hacen gala. Convendría que todos recordásemos que, antes de escribir, hay que aprender a leer... y eso es mucho más que juntar sílabas. Es aprender a que los árboles te permitan ver el bosque.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

CARTA DE PRESENTACIÓN

   Me gustaría recuperar este artículo ("Rellenando el currículum") para comentar algo que vengo observando en los últimos tiempos. 

   Viene a colación de la última frase que escribí aquí, en tono de chanza dije que iba a buscar a mis ex Amos para pedirles una carta de recomendación... Era una broma, obvio, pero últimamente leo cosas que me hacen replanteármelo.

   Hace unas semanas, en un grupo en una red social, leí como se pedían "referencias" que demostraran el tiempo que cada uno llevaba en el BDSM y si éramos reales. Cuando pregunté cómo se podía demostrar eso me contestaron que con fotos o con otras personas que nos avalen. Veamos, cualquiera puede hacerse una foto con un corset o con una fusta en la mano, ¿nos convierte eso en practicantes de BDSM? ¿Cualquier modelo que haga fotos de esta temática es practicante de BDSM? ¿Cualquier persona que se disfrace de Dómina para una fiesta es practicante de BDSM? ¿Qué demuestra una foto a parte de que se tenga ropa fetish? Y ya que estamos... ¿si te hace la foto en vaqueros ya no eres un auténtico Dom/sum? En cuanto a que te avale otra persona... ¿Por qué la palabra de otro vale más que la mía? ¿Hay algo que impida que un grupo de amiguetes se avalen entre ellos? ¿Quién avala al supuesto avalista? 
   Ni siquiera existe un criterio unitario sobre lo que es y lo que  no es BDSM o lo que es un buen Dom/sum... ¿Cómo vamos a demostrar nada? Y, por otra parte... ¿Para qué? ¿Qué necesidad hay de demostrar nada? Si alguien es feliz con lo que hace y no daña a nadie, ¿qué más da contar o no con la aprobación de desconocidos? Sinceramente, no lo entiendo.

   Ayer mismo, en otro grupo distinto, leí como alguien que se definía como AMO (así, con muchas mayúsculas y, por cierto, sin sumisa), tras unas frases alertando a las sumisas de que el BDSM no es una película y que es cuestión de sentimientos y otras frases por el estilo, poner su anuncio buscando sumisa, pidiendo a las candidatas que le enviasen una carta de presentación. ¿En serio? ¿Una carta de presentación? ¿Contamos nuestra formación y experiencia profesional? 

   ¿Estamos perdiendo el Norte? ¿Sigue siendo el BDSM unas prácticas englobadas en unos sentimientos de entrega, servicio, dominación, cuidado... o es un intercambio comercial, algo que se compra y se vende? ¿Dónde ha quedado el conocerse, charlar, dejar que surja la química? ¿Ahora el modo de establecer una relación es opositar como si de un trabajo se tratara?

   Siempre que leo algo así me surge la duda de si alguna sumisa contestará a estos anuncios. Honestamente, no me veo escribiendo mis virtudes, experiencias y proyectos de futuro para que sean analizados por un desconocido, como si de un artículo comercial se tratara, y decida si soy válida o no. 

   Y, ya que estamos, me surge otra duda... ¿Este AMO enviará también su carta de presentación a sus candidatas para ser evaluado del mismo modo?
  


martes, 8 de diciembre de 2015

MENTE ABIERTA... RESERVADO EL DERECHO DE ADMISIÓN

Cuando encontramos a personas que practican BDSM es habitual presuponerles cierta apertura de mentes ya que hay prácticas que difícilmente son asumibles desde la estrechez de miras. Por supuesto hay excepciones y, especialmente, "apertura de mente selectiva"; es decir, muy abiertos para algunos temas y cargados de prejuicios e intolerancia para otros. Pero, dejando de lado estas particularidades, en general podría decirse que los "bedesemeros" tenemos una actitud abierta frente al sexo. ¿Y eso qué significa? ¡Según quién lo diga, como siempre! En mi caso entiendo por actitud abierta poder hablar de sexo sin los habituales tabúes impuestos por la sociedad; no descartar por norma el probar cosas nuevas; no cerrarse a experiencias; no limitarse a lo "tradicional"; no avergonzarse de nuestros anhelos... Probar, experimentar, disfrutar... con todo aquello que esté a nuestro alcance. Sobra decir que con sensatez y cordura. Sin embargo, a veces encuentro a personas que muestran una visión distinta de lo que implica tener "una actitud abierta". Hay quien no ve personas, solo roles, propiciando así situaciones de lo más desagradables. Es, por desgracia, usual cruzarse con personajes que creen que todo el monte es orégano. Dominantes que se pavonean por las fiestas, fusta en mano, dando azotitos a todo sumiso con el que se cruzan; Dóminas que consideran su prerrogativa que todo sumiso le rinda pleitesía; sumisos que "besan los pies" de cualquiera que vista una mayúscula; Dominantes que llaman perra a cada sumisa con la que hablen; Dom y sumis que creen que, por el mero hecho de compartir aficiones, ya pueden tomarse las libertades que quieran... Soy sumisa, me gusta ser sometida y me gusta el sexo en muchas de sus variantes. Pero eso no da carta blanca a ningún Dom o sum para comportarse conmigo como si tuvieramos algun tipo de relación íntima. Disfrutar del sexo y del BDSM con la pareja y con otras personas no implica ser promiscua; no significa que no sea selectiva y no hace que sienta interés por cualquier desconocido que sostenga una fusta. Un desconocido sigue siendo desconocido por muy Dom o sumi que sea. No voy besando a desconocidos por la calle; si voy a un bar a tomar algo no toqueteo al que está a mi lado en la barra; no obedezco órdenes de todo Dom (o que diga serlo) con el que me cruce... Cuando leo a esos desconocidos que responden a un comentario y se despiden con un "besos y azotes" o similar suelo pensar "¿qué hemos compartido tu y yo para que te tomes esas confianzas?". Soy muy selectiva con las personas a las que beso y más aún con las que puedan azotarme. "Es una forma de hablar", diréis. Cierto, pero demuestra falta de respeto y un exceso de confianza, para mi, fuera de lugar. Será que yo soy de mira estrecha, pero no soy sumisa más de quién elija serlo.