viernes, 29 de abril de 2016

SOBRE EL FÍSICO Y LA EDAD

   Leyendo un artículo de alguien cuyo modo de vivir el BDSM comienzo a admirar, me he dado cuenta que no había escrito aún sobre un tema tan presente como el físico y la edad. En la sociedad actual, el culto al cuerpo está a la orden del día. Se nos imponen unos cánones de belleza marcados por los mass media y por la moda. Unos ideales que distan mucho de ajustarse a la realidad de la media de la población. No voy a entrar ahora a valorar el beneficio o daño (me inclino por lo segundo) que estas imágenes pueden acarrear al conjunto de la ciudadanía, ya que no es el objetivo de este blog. Pero si quiero llevar estas cuestiones al BDSM.

   Las webs, blogs y redes sociales de temática BDSM están llenas de imágenes donde modelos espectaculares (para gustos) nos muestran imágenes de Amos con sus trajes de chaqueta hechos a medida; sumisas con lencería fina que no necesitan esconder ni un gramo de grasa; Dóminas con corsets que resaltan cada curva; imágenes asépticas, impecables, perfectas... irreales.

   A la pregunta, "¿importa el físico y la edad en el BDSM?" la gran mayoría se apresura a decir "por supuesto que no". Sin embargo lo que se ve en la red contradice esta respuesta. Las fotos siempre muestran cuerpos de modelos en la plenitud de su juventud. Cuando comienzas a charlar con alguien una de las primeras cosas que preguntan es la edad y una de las primeras peticiones es una fotografía. ¿De verdad la edad y el físico no importan? La respuesta políticamente correcta es que no... la respuesta real... esa es otra historia y habrá para todos los gustos.

   Cuando alguien confiesa que le importa el físico y la edad se le tacha de superficial. Y sin duda habrá quien lo sea (a la par que sincero, por cierto), pero no necesariamente tiene por qué ser así. Si alguien me preguntase "¿el físico y la edad es lo que más te importa en el BDSM?" diría que no. Ahora bien, a la pregunta "¿físico y edad importan en el BDSM?" mi respuesta es un sí rotundo.

   Comencemos por la edad. En realidad, no es la cifra numérica lo que me importa en sí misma. Si digo que me importa la edad, no significa que solo me interesen las personas jóvenes. Lo que me interesa es que la otra persona esté en el mismo momento vital que yo. Que esté experimentando similares problemas y cambios, similares preocupaciones y responsabilidades. Creo que es el mejor modo de empatizar y compaginar con una pareja. Cuando era estudiante, quería a otro estudiante, que tuviera bien presente el estrés que supone la época de exámenes y la necesidad de dedicar tiempo a los estudios y socializar con los compañeros. Como adulta, quiero a alguien que experimente las preocupaciones de la vida laboral y familiar. Cuando sea anciana (si aún practico) querré a alguien que comprenda los cambios de la senectud. Aclaro que me refiero a una relación Ds, con gran implicación emocional. Para realizar una sesión esporádica lo mismo me da una edad que otra, ya que no tengo por qué compartir mi vida e inquietudes. Respecto a la edad para introducirse en el BDSM, lo ideal para mi es que ya exista un cierto grado de madurez y de experimentación en la vida. ¿Cuando ocurre eso? ¡Pues a saber! Hay personas maduras con 18 y otras con 55 que parecen adolescentes. Lo que si me parece un error es que, por las prisas de entrar en el BDSM, se dejen de vivir otras experiencias propias de cada ciclo vital.

    En lo referente al físico, me parece importante en cuanto a representación del estado de salud. Una persona obesa o caquéctica no es una persona sana, y eso es un problema nada desdeñable, por el propio bienestar y seguridad (física y emocional) de la persona. Cuando digo que el físico es importante no me refiero a que quiera personas altas, guapas y con una tableta de chocolate por abdomen. Lo que quiero decir es que el físico condiciona las prácticas que se realizan. Todos aceptamos que el estado civil, la familia, el trabajo, las fobias, los gustos, etc, son condicionantes. ¿Por qué negar la evidencia de que el físico también puede serlo? No es lo mismo realizar una suspensión a alguien que pesa 50 kilos que a alguien que pesa 120. ¿Significa eso que no se puede suspender a alguien obeso? ¡En absoluto! Pero con alguien que pese 120k necesitaremos más cuerda y, si no se es muy fuerte, ayuda para elevarla, por ejemplo.

   El físico no tiene por qué ser un impedimento para las prácticas pero si las condiciona, es innegable; por tanto es algo a tener muy en cuenta; sí, es importante. Pero entendamos bien, "importante" no significa "prioritario". El BDSM, al menos para mi, es una cuestión de sentimientos y placer mutuo, obtenido mediante la particularidad de roles complementarios. Y los sentimientos no entienden de físicos, edad, razón social o económica. Estas no son las prioridades. Lo prioritario es que la otra persona sea capaz de hacerte Sentir, así con mayúsculas; que te haga vibrar, que toque las fibras sensibles de tu cuerpo y mente. Eso es lo prioritario. Lo demás, son cosas importantes, condicionantes, detalles a tener en cuenta para el buen desarrollo de la relación; pero no son lo que la definen.

   Creo que sería mucho más útil, en lugar de negar la importancia del físico y la edad, darles el lugar que le corresponde, ni más ni menos; ni desdeñarlo ni ensalzarlo. No sería un mal comienzo dejar de idealizar las fotos de estudio con modelos de catálogo, que posan probablemente sin saber lo que es el BDSM, y comenzar a compartir fotos de personas reales, donde se reflejen los sentimientos, no el culto al cuerpo.

domingo, 17 de abril de 2016

APROPIÁNDOSE DEL TRABAJO AJENO

    Revisando los distintos grupos de temática BDSM donde participo, o al menos leo, me encontré con la (a priori) grata sorpresa de que habían compartido un fragmento de uno de mis textos de este blog. Cuando escribo lo hago principalmente para mi, para poner orden en mi caos; sin embargo no negaré que me halaga que otras personas puedan encontrar interesantes o útiles mis reflexiones. Lamentablemente, esa sensación duró poco. La persona que compartió el fragmento (administradora del grupo, para más inri) "olvidó" añadir que procedía de este blog o, como mínimo, la autoría; apropiándose implícitamente de mi trabajo. Buscando en el grupo encontré otro fragmento mío en el que también se había cometido ese "olvido". 
    Suponiendo que se debía a un involuntario descuido, hice un comentario en ambos agradeciendo que les gustara y pidiendo que se añadiese la autoría. Sin duda, la persona en cuestión, al percatarse de su error lo subsanaría. Pero, ¡oh sorpresa!, a la mañana siguiente me encuentro con que se me ha expulsado del grupo y bloqueado y que, a pesar de preguntar el motivo al resto de administradores, nadie me da una respuesta.

   Esto, que podría quedar en una desagradable anécdota, por desgracia es cada vez más común en los grupos. Hay demasiados usuarios que se apropian del trabajo de otros en su propio beneficio; bien para lucir una experiencia y entendimiento del que carecen, bien para hacerse notar, a veces incluso en busca de lucro personal. El problema no es compartir los textos, fotografías o pensamientos de otras personas; en absoluto. El auténtico problema es querer adjudicarse un mérito que no les pertenece. 

   Nos cansamos de repetir que el BDSM se basa en el respeto. ¿Han probado alguna vez ese juego infantil que consiste en repetir una y otra vez una palabra hasta que pierde el sentido? Debe ser que en esta comunidad la palabra respeto, de tan repetida, ha perdido su sentido. O quizás signifique algo distinto a lo que a mi me enseñaron. El sumiso debe respetar al Dominante y éste, a su vez, debe respetar al sumiso. Pero el respeto comienza por uno mismo. No es algo inherente a nosotros solo por declararnos de un rol. Ser respetuoso depende del tipo de personas que seamos y eso se demuestra en los detalles. ¿De qué sirve que alguien proclame a los cuatro vientos que respeta mucho a su sum/Dom si en la práctica demuestra lo contrario en cada detalle? Porque el carácter de una persona se demuestra en los pequeños detalles. No es necesario grandes gestos para conocer a alguien, basta (es un decir eso de "basta", pues requiere un esfuerzo) con observar el día a día. 
    
    El BDSM es respeto... pero muchos parecen creer que solo en un sentido; exigiendo que se respete y se tolere todo lo que quieran decir y hacer. ¿Y qué ocurre con el respeto a los demás? Las personas que hacen fotografías, que escribimos textos, que comparten vídeos tutoriales, etc, dedican su tiempo, su esfuerzo, su ilusión y sus conocimientos a realizar un trabajo que, de un modo desprendido, comparten con otros para que todo aquel que lo desee y lo encuentre útil pueda beneficiarse de ello. Lástima que haya quien confunda beneficiarse con aprovecharse. 

ps: dedicado a los administradores y al grupo en cuestión, pueden copiar este texto también.