domingo, 24 de julio de 2016

¡FELIZ 24/7!

   En BDSM hay poquísimas cosas en las que toda la comunidad esté de acuerdo. Ni siquiera en las siglas ya que, aunque las nombremos del mismo modo, cada cual les da el sentido que mejor le parece. Tampoco es que sea sorprendente; tantísimas personas difícilmente alcanzarán quorum sobre un tema. Sin embargo si que hay algo que parece aceptado por la mayoría (la prudencia me previene de afirmar que la totalidad de practicantes comulguen con la idea), la celebración del 24 de Julio como el día conmemorativo de estas prácticas y de los que a ellas somos afines. 
  
   24 horas al día, 7 días a la semana. Es decir, poder vivir nuestros gustos a todas horas. Pero, ¿qué significa realmente una relación 24/7?  Lo cierto es que el resto del año se organizan verdaderas batallas campales entre algunos personajes que, haciendo gala de su "tolerancia y respeto" intentan imponer su particular visión de lo que debe ser una relación 24/7. Relación que muchos tienen como el summum del BDSM. La meta suprema y la finalidad de todo aquel que no sea un fantoche. Olvidando así que la finalidad real es el placer y la felicidad de los implicados en la relación, algo que siempre debe adaptarse a las circunstancias personales de cada uno y no a los estándares impuestos por el vecino. 

   Hay quien sostiene que un 24/7 es inviable porque no se puede estar todo el tiempo "en rol". Supongo que imaginan que al Dom con la fusta en mano y al sum de rodillas las 24 horas. Otros se pasan al extremo opuesto y afirman vivir un 24/7 a pesar de que su relación es ciber, con alguien a quién nunca han visto y que vive a 5000 km. No voy a entrar a valorar estas afirmaciones, solo pretendo hacer ver que opiniones hay para todos los gustos.

   Personalmente, entiendo el 24/7 como una actitud, una predisposición y estado de ánimo. Lo vivo y lo entiendo en convivencia; encajado como una pieza de puzzle dentro del resto de las obligaciones, deberes y placeres sociales y laborales. No supone para mi estar todo el día con un corset, sigo siendo su sumisa con mis zapatillas de vaquita en invierno. No supone estar todo el tiempo de rodilla, lo sigo siendo cuando estamos haciendo la compra. No supone estar todo el día serios en protocolo estricto, seguimos siendo Amo/sumisa cuando nos reímos y bromeamos. Pero siempre somos consciente de nuestro rol y en cualquier momento  surge un detalle, quizás imperceptible para ojos inexpertos, pero que marca la diferencia y está cargado de profundo significado para nosotros.
  
   No importa que lo vivamos de modos diverso, algunos como juegos, otros como estilo de vida; que tengamos definiciones opuestas para los mismos conceptos; que seamos tradicionales o vanguardistas; protocolarios o informales; expuestos al mundo o habitantes de un armario... Hoy todos intentaremos dejar de lado esas diferencias para festejar nuestros gustos comunes. Y ojalá que ese ambiente festivo durase el resto del año, de modo que aprendiésemos a fijarnos más en lo que nos une y menos en lo que nos separa, haciendo gala por fin, de esa tolerancia y respeto que debería caracterizarnos y que, salvo honrosas excepciones, brilla por su ausencia.

   Muchas felicidades a todos. Feliz día. Feliz compañía. Felicidades por ser vosotros mismos, por vivir lo que os gusta sin que nadie, ni vainilla ni bedesemero, os imponga como debéis ser. Y feliz resto del año. ¡¡¡¡A disfrutar!!!!