jueves, 22 de septiembre de 2016

LA INCOHERENCIA QUE NOS RODEA

   Será que en ocasiones me levanto con el pie torcido pero hay días que, cuando paso la vista de un post a otro, una  única palabra parpadea en mi cabeza cual trasnochado letrero de neón: incoherencia.
Salvo honrosas excepciones es lo que mejor describe lo que leo por aquí.

   Hasta la saciedad se habla de la educación de los sumisos (sí, sumisos, masculino genérico, como dice la norma, nada de @, ni sumisos/as), labor sacrosanta de los Dominantes al parecer, porque los sumis no tenemos la capacidad de ser autodidactas y mientras no tenemos Amos permanecemos en el limbo de la ignorancia. El caso es que veo a nuestros excelsos maestros cometer errores que aún me asombran. Aunque creía que ya era un error en vías de extinción, aún hay quien traduce "sane" como "sano". En fin, cualquiera puede equivocarse, por supuesto; no es ese el problema. El problema es que, incluso si se explica el error persisten en él, como me sucedió recientemente. ¡E incluso lo justifican! ¿Si no podemos terminar de erradicar algo tan "simple" como esta confusión, cómo lograremos que se deje de asociar "bondage" con hacer nudos y se le de su auténtico significado? Esto es sólo un ejemplo que vemos cada día. Obviamente estas confusiones se dan en ambos roles. Se nos llena la boca hablando de la humildad para reconocer los errores, del aprendizaje, del crecimiento... y cuando aprendemos dos conceptos los repetimos como un mantra y no hay quien nos baje del burro, aunque nos muestren que estamos equivocados. ¿Dónde queda la humildad y el aprendizaje? ¿Qué va a enseñar quien no sabe aprender? Incoherencia.

   A los grupos los usuarios se unen para aprender y debatir, principalmente... o eso suelen decir en las presentaciones. Luego deben perderse por el camino porque en los temas de debate solemos encontrarnos siempre la misma veintena (siendo generosos) aunque el grupo supere los mil. Eso si, como haya polémica o discusión ocurre con en aquel anuncio de los Donettes, "salen amigos por todas partes", ¡qué curioso, oiga!. Incoherencia.

   Me encanta cuando se habla de hacer el BDSM más visible, salir del armario, pasear de la cadena y no se que más porque la verdad es que yo estoy de lo más a gusto en mi armario. Debe ser tamaño dúplex porque vivo de p*** madre en él y si alguien intenta sacarme igual se lleva un bocado en la mano, como mínimo, que una es tímida y no le gusta exponerse a las masas. Pero a lo que iba, que desvarío... Decía que me encanta leer las campañas pro visibilidad porque, a poco que seas observadora, acabas viendo a las mismas personas (de nuevo salvo honrosas excepciones) quejarse en los debates pertinentes sobre como al abrirse al público han entrado al BDSM "indeseables/pajilleros/pseudos/buscadoresdesexo" que degradan "nuestro mundo" (por cierto que no sabía que tenía una multipropiedad, ¿alguien sabe si se declara a Hacienda?) Y es que esto "antes no pasaba", pero con los libros y las redes sociales se ha llenado todo de chusma. Porque antes todos eramos más auténticos, más puros, más listos y seguro que hasta más altos... Total que a parte de pasármelo bien no me queda claro si quieren apertura o no... ¿Apertura selectiva? ¿Abrimos los pares, cerramos los impares? ¿Quién tiene la llave? Incoherencia.

   Seamos tolerantes, que por algo es la base del BDSM... ¿o no? Creo que no he visto un colectivo más intolerante en mi vida. Que si Vieja Guardia contra Nueva (obviemos que ni siquiera saben lo que es la Old Guard); "profesionales" contra amateurs; fieles contra infieles; monógamos contra poliamorosos; shibaristas contra el que ata con cordones de zapatos sin ningún misticismo... ¡Aquí se monta una batalla campal en 10 segundos! ¿Tolerantes? ¡Venga ya! Sí, claro; en un post lees a algunos que lo son, pero la mayoría en cuanto hay un tema polémico recurre a los insultos explícitos o velados. Se tolera todo... todo con lo que se está de acuerdo. Por otra parte no entiendo esa manía de decir que hay que tolerar todo (a parte de ser obviamente mentira). Yo no tolero todo. No tolero las prácticas ilegales, las consensuadas cuestionablemente, las dañinas psicológicamente... En fin... Incoherencia.

   ¡Oh, el respeto! Eso merecería un texto propio... O dos... O tres... Pero creo que ya me estoy extendiendo bastante. ¿Quién no ha leído a otros afirmar lo respetuosos que son? Y cada día tenemos pruebas de ese respeto: textos que se copian, no ya sin poner el autor, sino dejando que se piense que son propios; insultos a diestro y siniestro; trapos sucios privados expuestos en público; denuncias de perfiles por rencillas o discusiones; comentarios denigrantes sobre las opiniones de otros... ¿No hace falta seguir, verdad? Si necesitamos nombrarlo tanto es precisamente porque brilla por su ausencia. Por cierto, algo curioso, no se en qué momento se ha extendido la idea de que respetar es equivalente a dar la razón u opinar igual. Aquí en cuanto expresas una opinión contraria ya te acusan de "no respetar". Cosas extrañas ocurren por estos lares... Es el caso más flagrante de incoherencia.

   Hay más ejemplos, por desgracia, pero estos son los más "sangrantes". Estoy convencida que este texto generará muchas críticas negativas (sí, porque las críticas pueden ser positivas también ;) ) pero, en mi búsqueda de la coherencia, por ahí estaré para leerlas, asumirlas y respetarlas aunque no las comparta ;)

   Buen y coherente día a todos.

sábado, 10 de septiembre de 2016

ROMPIENDO UNA LANZA POR LOS DOM

   Todo cuento que se precie tiene su villano y el BDSM no es una excepción. Aquí la "damisela en apuros" (léase sumisa) se ve acechada sin compasión por el malévolo "pseudo" (léase Domiante/Amo) que solo se preocupa por si mismo y falta a los sacrosantos deberes inherentes a su condición... O al menos eso dice el guión original.

   Pero las historias evolucionan y el cuento a veces depende mucho de la perspectiva del narrador. Porque las batallas las suelen contar los ganadores y hay una espeluznante tendencia a escuchar al que grita más fuerte. Como en una película antigua de serie B, salimos a la caza del villano antorcha en mano, armados con picas, hoces y azadones, preparados para el linchamiento público del "monstruo" de turno, para beneplácito y regocijo del denunciante. Total, que al final se da la curiosa paradoja que la parte a priori "débil" tiene todo el poder para dañar con impunidad a la teóricamente "fuerte". Así que hoy voy a hacer de abogada del diablo y a romper una lanza a favor de los Dominantes.

   No, las sumisas no somos unos dechados de virtudes. Somos personas normales y corrientes, con nuestras cosas buenas y nuestras cosas malas. Lo éramos en nuestra etapa vainilla y lo seguimos siendo al descubrir el BDSM. ¡Sorpresa! Cuando decidimos abrazar al sumisión no desaparece por arte de magia nuestro egoísmo, nuestra envidia, nuestra "mala uva"... Quien es mezquina, retorcida, vengativa, pronta a la ira, etc, lo sigue siendo como sumisa. Quizás un buen Dom con amplios conocimientos de psicología pueda contener estas emociones negativas; quizás. Pero no van a desaparecer por arte de magia. Lo más probable es que permanezcan aletargadas esperando el estímulo que las haga salir a flote. Y este suele ser la ruptura de la relación. ¡Cuántos ataques de sumisas a Dominantes leo! El Dom siempre es el responsable y el culpable de todo. Pues, ¡qué quieren que les diga!, me opongo a ese modo de pensar. Para entregarnos a una relación de sumisión deberíamos ser personas adultas plenamente conscientes y responsables de nuestros actos. Rara vez una relación fallida es culpa exclusivamente de una de las partes; pudiera ser, por supuesto, pero me niego a admitir que el 100% de las veces sea así y además siempre sea culpa del Dominante. Si somos maduras para entrar en una relación de sumisión debemos serlo para salir de ella asumiendo nuestra responsabilidad y no entrar en una espiral de insultos, descalificaciones y calumnias.

   Cuando es el Dominante quién habla mal de una sumisa todo el mundo piensa que es una persona horrible y la sumisa es una pobre víctima. Si es al revés, la sumisa sigue siendo la víctima y el Dom es un "pseudo". Haga lo que haga el Dom lleva las de perder por su aparente situación de "poder" que, evidentemente, no es tal. Ambas situaciones son deplorables. Los asuntos privados deberían solucionarse en privado porque los cuentos siempre tienen al menos tres versiones: la subjetiva de una parte, la subjetiva de la otra y la objetiva. Linchar a alguien tras oír una única versión subjetiva es, cuanto menos, precipitado. Por supuesto existe muchas situaciones en las que la sumisa sufre abuso por parte de dominantes (en minúscula) sin escrúpulos. Pero no es menos habitual que haya Dominantes que sufran abuso por parte de sumisas con menos escrúpulos aún. Sí, hay quien bajo el manto de la sumisión miente, manipula, tergiversa y hace todo el daño que puede por los motivos más dispares... despecho, rechazo, venganza, envidia... y se aprovechan de que, en su situación de "debilidad" gozarán de una predisposición a la credibilidad por parte de la comunidad. Lo que no es sino un reflejo de la sociedad actual y los privilegios de la discriminación positiva que, como su mismo nombre indica, es discriminación. Un Dominante se expone a denuncias por maltrato, a "sumisas" que no entienden que "no" significa "no", a chantaje emocional cuando se acaba la relación, a desacreditaciones públicas que la gran masa está más que dispuesta a creer sin pruebas...

   Si la relación no funciona es culpa del Dom, si no progreso es culpa del Dom, si no supero límites es culpa del Dom, si me estanco es culpa del Dom, si me aburro es culpa del Dom, si no soy obediente es culpa del Dom, si no me entrego es culpa del Dom, si no tengo paciencia es culpa del Dom, si pongo excusas es culpa del Dom, si soy celosa es culpa del Dom... ¿en serio? No se qué concepto tendrán algunas personas de la sumisión. Yo al menos no soy un ente plano. Soy plenamente responsable de mi misma y de las decisiones que tomo. Y se que, si no pongo de mi parte, da igual el esfuerzo y el trabajo del Dom. Porque una cosa son los cuentos y otra la realidad. Y yo no quiero que me cuenten cuentos, ni en mi relación, ni mucho menos quiero que me vengan con cuentos de desconocidos.

UNA IMAGEN DISTORSIONADA

   Tras mucho leer blogs, foros, comentarios de diversas "eminencias" y opiniones de todo tipo he llegado a la conclusión que soy un ente extraño dentro del colectivo sumiso. Definitivamente no me siento identificada con gran parte de las imágenes que se dan sobre las sumisas. Será que soy rara o pseudo... o que mi sumisión viaja por otros derroteros... ¡quién sabe! Lo cierto es que hay días que me siento totalmente alejada de ciertas versiones "sumisiles".

   Una de las primeras cosas que me llaman la atención es la cantidad de gente que usa el calificativo "pequeña" para referirse a las sumisas. Entiendo su uso como apelativo cariñoso dentro de una relación o bien en los roles littles; sin embargo he visto a Dominantes usarlo con sumisas a las que nada les unía. Me sorprende mucho (y me fastidia) ese toque paternalista. Soy sumisa, si, pero eso no me hace menos adulta. No me atraen las dinámicas Daddy/little así que eso de  "pequeña" (o similar) en alguien a quien no me una un vínculo sentimental me parece totalmente fuera de lugar. De hecho me irrita. Que sea sumisa no otorga a ningún desconocido, por muy Dominante que se proclame, la prerrogativa de tratarme con condescendencia. Los "cielo", "pequeña", "corazón" y similares los reservo para personas muy especiales, no para aquellos con los que no he compartido ni un café. Sí, soy así de antipática.

   Otro punto habitual es la declaración de que a la sumisa hay que protegerla de todo mal y, especialmente, de los terribles pseudos que amenazan tras cada esquina. A ver, no me entiendan mal, me parece encomiable que se proteja a cualquiera de cuanta amenaza le aceche. A cualquiera; sumiso, Dominante, switch o vainilla. No me quejo de la protección, ni mucho menos ¡bienvenida sea y ojalá todos nos protegiésemos mutuamente! Lo que me chirría es la imagen de la sumisa como la dama indefensa y desvalida que necesita que llegue el caballero dominante de reluciente armadura a rescatarla. ¡Que estamos en el siglo XXI! La mayoría de las sumisas  (admito que también las habrá indefensas) somos mujeres preparadas e independientes que sabemos defendernos. ¿Nos la pueden jugar? Sí, claro, pero tampoco somos unas necias imprudentes e ingenuas.

   Una de las "cualidades" que ven algunos Doms en las sumisas y que también me "encanta", merece una mención especial. Hablaba un día con un Dom, en un período de impasse entre mi primer y segundo Amo, y el sujeto en cuestión al saberme "soltera de Amo" me dijo: "te sentirás pérdida y sin saber que hacer con tu vida". WTH??? Lo triste es que he encontrado a posteriori a muchos que comparten este pensamiento. Lamento (mentira, no lo lamento) informarles que soy sumisa porque lo disfruto, porque obtengo placer de la entrega, el sometimiento y el servicio; pero, aunque les resulte difícil de entender, soy perfectamente capaz de dirigir mi vida sin las indicaciones de un Amo. ¡Sorpresa! Una sumisa sin Amo no es una marioneta con los hilos cortados abandonada en un baúl. Lo que tiene una que oír...

   Lo más habitual es leer que el Amo educa a la sumisa. Creo que esto es muy matizable. El Amo educa en cuanto a sus gustos personales y su forma de actuar y vivir el BDSM,  en eso estoy de acuerdo. Pero hay veces que, leyendo algunos comentarios, parece que las sumisas sean unas iletradas incultas hasta que encuentran al Amo que las instruye. Vamos que ya no se si esto es BDSM o una versión contemporánea de "My Fair Lady". Recuerdo hace años, tras una charla con un Dom, en la que hablamos un poco de todo, me dijo que felicitara a mi Amo por mi cultura... Le respondí que felicitaría a mis padres que fueron los que se preocuparon por despertar ese interés en mí. La educación la traía yo "de serie" antes de descubrir el BDSM. El Amo me enseñará sus protocolos, su modo de hacer las cosas, sus gustos, las prácticas que desconozca, me ayudará avanzar... trabajo nada desdeñable, por cierto... Pero de ahí a vender la imagen de sumisa ignorante hasta que cae en sus manos va un trecho largo...

   Total que hay días que me siento un bicho raro. No necesito que ningún Amo me enseñe los principios de la educación porque eso no es exclusivo del BDSM. Se como buscar la información que me interesa. Estoy capacitada para dirigir y ganarme la vida sola, se tomar decisiones trascendentales, marcarme objetivos y buscar los medios para lograrlos. Se ser prudente y defenderme sola, lo que no impide que en ocasiones me equivoque. No me siento inferior a ningún Dominante, elijo libremente adoptar un rol que a situa por debajo, que es muy distinto. Mi sumisión no esconde complejos, traumas ni inseguridades. En resumen, me siento muy alejada de la imagen que se da en muchos post de sumisa frágil, victima inocente e indefensa, doncella en apuros e ignorante de lo más elemental. No necesito un Amo. Ea, ya lo he dicho. No lo necesito... Pero lo quiero. No lo necesito porque puedo vivir y llevar mi vida sola. Pero elijo someterme a uno porque la entrega, el servicio, el sentirme dominada incrementa mi placer y mi felicidad. Porque hacerle feliz a él, me hace feliz mi. Y esa es la imagen de sumisa con la que me identifico.