lunes, 14 de noviembre de 2016

DOMINACIÓN SOMETIDA

   Puede que sea porque desde que descubrí el BDSM hasta ahora los términos han evolucionado. Quizás sea una cuestión de matices que se me escapan o, más sencillo aún, puede que sea que, como no soy Dominante, no termino de entender el rol. El caso es que en alguna de esas ocasiones en las que la cabeza se pone a desvariar sobre lo humano y lo divino me he cuestionado, "¿cuál es la característica inherente e imprescindible en un Dom?" Y la respuesta fue: "¡Que sea dominante!"

   "Obvio", pensarán ustedes. "Obvio", pensé yo... hasta que analizando textos, posts y consultas que encontraba por Internet vi que no era tan obvio como se suponía...

   Soy muy partidaria de los foros y grupos de discusión. Creo que las plataformas que permiten compartir experiencias y opiniones pueden resultar muy útiles  (según se usen, pero esa es ya otra historia). Por simple que parezca una pregunta creo que es mejor hacerla que quedarse con la duda y cometer algún error irreparable. Sin embargo, y aunque pueda sonar contradictorio, si hay preguntas que me dejan anonadada cuando provienen de un supuesto Dominante, porque van contra la característica principal de su rol, dominar.

  Son preguntas del tipo "¿un Dom puede tener sexo en una sesión?"; "¿un Dom puede hacerle la cena a su sumi?"; "¿un Dom puede ser cariñoso?"... Cuando leo este tipo de cuestiones siempre me pregunto: ¿No se supone que eres Dominante? ¿De verdad estás pidiendo permiso o cuanto menos la aprobación de desconocidos para hacer con tu sumi lo que te pide el cuerpo? ¿Si quieres darle tú un masaje a tu sumi necesitas que te autoricen? ¿Quién es el sumiso aquí?

   Los protocolos y las tradiciones pueden servir de guía siempre que se disfrute de ellos (voy a repetir: siempre que se disfrute de ellos), pero no como una obligación que encorsete la relación y no te deje expresarte y ser tu mismo. No puedo entender que alguien que se denomine Dominante se someta a buscar el aplauso de desconocidos. Que supedite su felicidad a normas arbitrarias basadas en gustos ajenos. Una cosa son los temas objetivos de seguridad y salud, que puedan ser incuestionables, y otra muy distinta la subjetividad de los gustos y sentimientos. En la intimidad de su relación, ¿por qué el "Dominante" se deja dominar por lo que dicen otros? ¿Por qué hay más interés en aparentar que en ser? ¿En figurar que en vivir? No lo entiendo, sinceramente. A mi me atraen los Dominantes que dominan, soy así de tiquismiquis. Un Dom que tenga que pedir permiso a la comunidad para actuar (hablamos siempre dentro del consabido sentido común, seguridad, consenso... ) me da una imagen confusa de su rol.

   El día que los dioses entregaron los mandamientos del BDSM esculpidos en piedra debió pillarme en brazos de Morfeo y no me enteré; por eso creo en el libre albedrío de los sentimientos. Para mi la ecuación era simple. El Dominante domina; el sumiso se somete. Pero resulta que hay Dominantes que se someten a que otros les digan cómo actuar, cómo pensar, qué corriente es la correcta, dónde ir, con quién hablar... ufff... ¡Qué agotador! Pero bueno, no me hagan mucho caso... yo solo soy una sumisa neurótica que no entiende el rol Dominante.