jueves, 14 de enero de 2016

PROYECTOS DE AÑO NUEVO

Acabada ya la temporada navideña y repuestos de la resaca que la vorágine de estas fiestas dejan tras de sí, volvemos a la (bendita) rutina reuniendo fuerzas para encarar el recién estrenado año. Y, como no podía ser de otra manera, es el momento de plantearse los propósitos de Año Nuevo. Si, esos que nunca se cumplen, esos mismos; los que se arrastran de un año para otro y que antes del 15 de enero ya se han abandonado cual molesta pelusa en un rincón. Están los tres típicos: dejar de fumar, aprender inglés e ir al gimnasio. Para dejar de fumar primero tendría que empezar, así que descartado por absurdo. Mi relación con el inglés es de love/hate; como ese amigo molesto de toda la vida al que cuando no está echas de menos. Seguiremos unidos hasta la muerte. Respecto al gimnasio... ¡cómo no inventen el día de 30 horas! Lo mejor es ser honestos con uno mismo y realistas con nuestras posibilidades. Los objetivos no cumplidos son fuente de frustración de modo que mejor rebajar las expectativas. Pensando en ello me vino a la cabeza un par de cosas. La primera fue esa campaña televisiva "doce meses, doce causas". A continuación me vino a la memoria la "teoría" de que si repites algo durante 21 días seguidos se convierte en un hábito. No tengo mucha fe en ello pero le concederé el beneficio de la duda. Aunando ambas cosas he decidido marcarme pequeños objetivos mensuales, tanto en mi día a día como en el BDSM. Pequeños proyectos que requieran un esfuerzo tolerable. Y justo eso quería compartir hoy; uno de esos mini objetivos "bdsmeros" para llevar a cabo en Internet (que los proyectos para el BDSM piel con piel son privados) Este enero me he propuesto no alimentar a los troles. Supongo que todo el que haga uso de redes sociales, chats o foros de Internet estarán familiarizados con el término. Se conoce como "trol" a aquellos usuarios que se dedican a dar por... ejem... quería decir a reventar debates, resucitar publicaciones de la prehistoria de los grupos, publicar sin orden ni concierto hasta saturar los medios, desvirtuar todo lo que tocan... Según la Wikipedia, "en la jerga de Internet un trol o troll describe a una persona que publica mensajes provocadores, irrelevantes o fuera de tema en una comunidad en línea, como puede ser un foro de discusión, sala de chat, comentarios de blog, o similar, con la principal intención de molestar o provocar una respuesta emocional negativa en los usuarios y lectores, con fines diversos (incluso por diversión) o, de otra manera, alterar la conversación normal de un tema de discusión, logrando que los mismos usuarios se enfaden y se enfrenten entre sí. Según la Universidad de Indiana son una comunidad en aumento. El trol puede crear mensajes con diferente tipo de contenido como groserías, ofensas, mentiras difíciles de detectar, con la intención de confundir y ocasionar sentimientos encontrados en los demás." Seguro que a todos se os viene a la mente alguna situación así, ¿verdad?. Cuando me uno a un grupo de BDSM es para aprender, compartir, debatir... no para seguirle el juego al "tocanarices" de turno. Flaco favor nos hacemos boicoteándonos de esta manera. Quizás parezca un propósito tonto o simple, pero si dejásemos de alimentar a estos personajes sería mucho más fácil que nos tomaran en serio. Nadie nos va a respetar si no comenzamos por respetarnos nosotros mismos. Además, como hoy me siento magnánima, voy a incluir en el saco de los troles a todos aquellos cuyo mayor argumento es el insulto, a los aficionados a las cazas de brujas, a los que pasean de grupo en grupo sus rencillas personales... Total, ¡que al final hasta me va a sobrar tiempo de ir al gimnasio!

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