sábado, 10 de septiembre de 2016

ROMPIENDO UNA LANZA POR LOS DOM

   Todo cuento que se precie tiene su villano y el BDSM no es una excepción. Aquí la "damisela en apuros" (léase sumisa) se ve acechada sin compasión por el malévolo "pseudo" (léase Domiante/Amo) que solo se preocupa por si mismo y falta a los sacrosantos deberes inherentes a su condición... O al menos eso dice el guión original.

   Pero las historias evolucionan y el cuento a veces depende mucho de la perspectiva del narrador. Porque las batallas las suelen contar los ganadores y hay una espeluznante tendencia a escuchar al que grita más fuerte. Como en una película antigua de serie B, salimos a la caza del villano antorcha en mano, armados con picas, hoces y azadones, preparados para el linchamiento público del "monstruo" de turno, para beneplácito y regocijo del denunciante. Total, que al final se da la curiosa paradoja que la parte a priori "débil" tiene todo el poder para dañar con impunidad a la teóricamente "fuerte". Así que hoy voy a hacer de abogada del diablo y a romper una lanza a favor de los Dominantes.

   No, las sumisas no somos unos dechados de virtudes. Somos personas normales y corrientes, con nuestras cosas buenas y nuestras cosas malas. Lo éramos en nuestra etapa vainilla y lo seguimos siendo al descubrir el BDSM. ¡Sorpresa! Cuando decidimos abrazar al sumisión no desaparece por arte de magia nuestro egoísmo, nuestra envidia, nuestra "mala uva"... Quien es mezquina, retorcida, vengativa, pronta a la ira, etc, lo sigue siendo como sumisa. Quizás un buen Dom con amplios conocimientos de psicología pueda contener estas emociones negativas; quizás. Pero no van a desaparecer por arte de magia. Lo más probable es que permanezcan aletargadas esperando el estímulo que las haga salir a flote. Y este suele ser la ruptura de la relación. ¡Cuántos ataques de sumisas a Dominantes leo! El Dom siempre es el responsable y el culpable de todo. Pues, ¡qué quieren que les diga!, me opongo a ese modo de pensar. Para entregarnos a una relación de sumisión deberíamos ser personas adultas plenamente conscientes y responsables de nuestros actos. Rara vez una relación fallida es culpa exclusivamente de una de las partes; pudiera ser, por supuesto, pero me niego a admitir que el 100% de las veces sea así y además siempre sea culpa del Dominante. Si somos maduras para entrar en una relación de sumisión debemos serlo para salir de ella asumiendo nuestra responsabilidad y no entrar en una espiral de insultos, descalificaciones y calumnias.

   Cuando es el Dominante quién habla mal de una sumisa todo el mundo piensa que es una persona horrible y la sumisa es una pobre víctima. Si es al revés, la sumisa sigue siendo la víctima y el Dom es un "pseudo". Haga lo que haga el Dom lleva las de perder por su aparente situación de "poder" que, evidentemente, no es tal. Ambas situaciones son deplorables. Los asuntos privados deberían solucionarse en privado porque los cuentos siempre tienen al menos tres versiones: la subjetiva de una parte, la subjetiva de la otra y la objetiva. Linchar a alguien tras oír una única versión subjetiva es, cuanto menos, precipitado. Por supuesto existe muchas situaciones en las que la sumisa sufre abuso por parte de dominantes (en minúscula) sin escrúpulos. Pero no es menos habitual que haya Dominantes que sufran abuso por parte de sumisas con menos escrúpulos aún. Sí, hay quien bajo el manto de la sumisión miente, manipula, tergiversa y hace todo el daño que puede por los motivos más dispares... despecho, rechazo, venganza, envidia... y se aprovechan de que, en su situación de "debilidad" gozarán de una predisposición a la credibilidad por parte de la comunidad. Lo que no es sino un reflejo de la sociedad actual y los privilegios de la discriminación positiva que, como su mismo nombre indica, es discriminación. Un Dominante se expone a denuncias por maltrato, a "sumisas" que no entienden que "no" significa "no", a chantaje emocional cuando se acaba la relación, a desacreditaciones públicas que la gran masa está más que dispuesta a creer sin pruebas...

   Si la relación no funciona es culpa del Dom, si no progreso es culpa del Dom, si no supero límites es culpa del Dom, si me estanco es culpa del Dom, si me aburro es culpa del Dom, si no soy obediente es culpa del Dom, si no me entrego es culpa del Dom, si no tengo paciencia es culpa del Dom, si pongo excusas es culpa del Dom, si soy celosa es culpa del Dom... ¿en serio? No se qué concepto tendrán algunas personas de la sumisión. Yo al menos no soy un ente plano. Soy plenamente responsable de mi misma y de las decisiones que tomo. Y se que, si no pongo de mi parte, da igual el esfuerzo y el trabajo del Dom. Porque una cosa son los cuentos y otra la realidad. Y yo no quiero que me cuenten cuentos, ni en mi relación, ni mucho menos quiero que me vengan con cuentos de desconocidos.

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