viernes, 21 de agosto de 2015

PODEROSO DOMINANTE ES DON DINERO

   Casi todos los relatos BDSM están ambientados en un marco idílico, donde el Amo satisface sin esfuerzo las necesidades materiales de la sumisa y ésta solo debe preocuparse por hacerle feliz. Sin embargo, la realidad de la mayoría de los que practicamos este estilo de vida dista mucho de estas perfectas imágenes. 

   No se vosotros, pero una servidora tiene que trabajar para vivir. Tengo la inmensa suerte de disfrutar con mi trabajo; me gusta, me hace sentir útil y realizada. Sí, como leéis, soy una sumisa pésima y no me basta solo con servir al Amo para sentirme realizada como persona. Pero, no nos engañemos, si odiara mi trabajo daría igual, tendría que ir cada día porque necesito la nómina a final de mes. 

  En los mil y un manuales del perfecto Amo que circulan por internet se dice que éste es el responsable del cuidado y bienestar de su sumisa. Que se sienta querida, valorada, comprendida... pero centrémonos en la parte materialista del asunto. Sí, de acuerdo, resulta muy vulgar hablar de dinero; sin embargo es un tema presente en casi todos los aspectos de nuestras vidas. Así que hoy me apetecía dejar de lado el misticismo y reflexionar sobre lo material. 

  Para tener una relación D/s solo hace falta alguien que domine y alguien que se someta. Nada más. El Dominante es el que lleva el control (mucho habría que decir sobre quién lo tiene en realidad, pero esa es otra historia) no obstante, en la sociedad capitalista, ese control va muy ligado a la solvencia económica. Entre la masiva incorporación de la mujer al mercado laboral y la crisis que llevamos años arrastrando, no es raro encontrar situaciones en las que sea la sumisa quién tenga que mantener al Dominante. Quizás eso no suponga ningún problema durante cortos períodos de tiempo o si se es aficionado a la sumisión financiera. Pero, ¿y a largo plazo? 

  Yo siempre he sido partidaria de compartir gastos. No me gusta aprovecharme de nadie y disfruto tanto de invitar como de ser invitada; y más de hacer regalos que de recibirlos. Pero, siendo honesta conmigo misma, en una relación D/s no me gustaría tener que correr yo con todos los gastos en un período largo de tiempo. Afectaría a mi visión de quién tiene el control. Me imagino al Dom pidiendo dinero a la sum para comprar cuerdas, preguntando si pueden ir a pasar un fin de semana fuera, diciendo a la sumi que es ella la que tiene que desplazarse y pagar el hotel... Si el Dom está condicionado por lo que la sum pueda (o quiera) pagar es difícil creer que controla la relación. 

  El sentimiento de entrega y de dominación es algo intangible, algo que no necesita más que de la correspondencia del contrario, cierto. O al menos es así una vez establecido el vínculo. Pero no solo de pan vive el hombre... Hace tiempo me dijo una amiga: "cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana". Me pareció una afirmación muy deprimente aunque, visto fríamente, es innegable que los problemas económicos condicionan el estado de ánimo y afectan a las relaciones. Si el Dom está pensando que no puede pagar la hipoteca no creo que esté muy receptivo a otros asuntos. 

  ¿Qué pensáis al respecto? En una relación D/s sin sumisión financiera... ¿Creéis que un Dom puede mantener un completo control de la situación dependiendo económicamente de la sumisa?

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