miércoles, 19 de agosto de 2015

¿SS?C

  Un día de estos voy a contar cuantas veces al día leo la palabra consenso en los grupos de BDSM donde participo. ¡Ojalá me dieran un céntimo por cada una que veo! Creo que ya hasta se consensúa el consenso.

  Parece que, mientras sea consensuado, todo vale. ¿Quiénes somos nosotros para opinar sobre ninguna práctica si los participantes lo han consensuado?

  A mediados del 2000, Armin Meiwes colgó un anuncio en internet donde convocaba a “hombres jóvenes y robustos, de entre 18 y 30 años, para ser devorados”. En marzo de 2001, Bernd Juergen Brandes, un ingeniero berlinés, respondió al anuncio. El 10 de marzo, tras grabar un vídeo donde dejaban claro el consenso entre ambos, cortaron el pene de Brandes y se lo comieron juntos, dejando constancia videográfica del hecho. Diez horas después, tras desmayarse por la pérdida de sangre, los somníferos y el alcohol, Meiwes degolló y descuartizó el cadáver del ingeniero, congelando la carne y comiéndosela durante las siguientes semanas. Los huesos fueron enterrados en su jardín. Tras su detención en 2002, los psicólogos determinaron que Meiwes se hallaba en plena posesión de sus facultades mentales. Él alegó en su defensa que todo había sido totalmente consensuado, hasta el punto que, previamente, había descartado a otros candidatos por las dudas que estos mostraron. Explicó que su principal motivación había sido satisfacer sus instintos sexuales.
El caso generó gran polémica en los medios pero se ve que el consenso no convenció al juez y Meiwes fue condenado a cadena perpetua. No es el único caso, aunque quizás si el más extremo.


  El acrónimo SSC no se definió a la ligera, sino fruto de reflexiones, charlas, experiencias... Fue algo meditado y trabajado. A la vista de la realidad actual, David Stein y sus compañeros podrían haberse ahorrado tiempo y esfuerzos y eliminar las dos S. A día de hoy, muchos esgrimen el consenso como justificación para cualquier práctica, olvidando o ignorando oportunamente, que el consenso va unido a la seguridad y a la sensatez. Las tres cosas son indivisibles. Da igual que sea consensuado si no cumple los otros requisitos. Pero ojo, que sea SSC tampoco justifica cualquier práctica. No todo lo que es SSC es BDSM. Valga como ejemplo de lo que digo el tristemente famoso caso del “caníbal de Rotemburgo”. ¿Fue consensuado? Si. ¿Fue sensato? Desde el punto de vista de los implicados parece ser que si. ¿Fue seguro? Ellos consideraban que si, pues se aseguraron de que no sintiera dolor ni sufriera.

  El objetivo del SSC era distinguir los malos tratos de las prácticas BDSM. Es una guía, una orientación, no pretende ser un dogma de fe. Muchos recitan el SSC como si de un catecismo se tratara. No niego que es una guía excelente, pero no es la definición del BDSM. Esta noche me apetece salir a cenar con una amiga; ¿es seguro?, todo lo seguro que puede ser salir a la calle y comer; ¿es sensato?, me lo puedo permitir económicamente y tengo la necesidad biológica de ingerir alimentos, así que diría que sí; ¿es consensuado?, a mi amiga le parece una buena idea y libremente decide acompañarme... ¿es BDSM? Pues que quéreis que os diga... no, no lo es.
El SSC en un comienzo, una buena base, pero no lo es todo. No es la panacea, no es la respuesta a todos los enigmas del universo. Demos a las cosas el valor que tienen, ni más ni menos.


Para concluir, permitidme compartir una cita de Jay Wiseman sobre el uso del SSC; espero que sirva para reflexionar sobre este asunto:

La popularidad comprensible del eslogan tiene un lado negativo, sin embargo. Aquellos neófitos con pocas raíces (o ninguna) en la lucha por sacar al S/M de las sombras, tienden a aplicar el eslogan en una forma simplista, incluso usándolo como vara para golpear a todo el que no practique su estilo de vida o sostenga puntos de vista que los ofenda por hache o por be. La implicación de que todo lo que sea seguro, sensato, y consensuado es bueno, y todo lo que no lo sea, es malo, está muy alejada de nuestro propósito allá por 1987.”

1 comentario:

  1. A Ese juez alemán no le quedaba otra que condenar, porque los jueces aplican la ley y no pueden salirse de ese marco. El consenso no tiene nada que ver, tal vez con algún atenuante si es que la ley del país la contempla.
    PEro para tí ¿había o no BDSM en el caso de los caníbales? me hago esta pregunta por lo que dices:EL SSC no es la panacea, es sólo una guía.

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