sábado, 1 de agosto de 2015

SI, MI AMO

  Hoy he visto una de esas “realistas” fotos de estudio con la siguiente frase: “Hablarás solo para decir, 'si, mi Amo'”.Puede resultar poético y, sin duda, en las fotos, luce mucho; pero me pregunto, ¿quién escribe o comparte estas fotografías realmente piensa así?

 Trato de imaginarme una relación donde la sumisa solo tenga la opción de decir “si, mi Amo”; cual robot sin voluntad ni criterio, sin pensamiento propio ni personalidad. Aparte de parecerme tremendamente aburrida (para eso, mejor comprarse un florero), me parece un arma de doble filo para el dominante.

-¿Este traje me hace gordo?... sí, mi Amo.
-¿Crees que este bongage que he hecho me ha quedado un poco chapucero?... sí, mi Amo.
-¿Te parece que en este debate tenía más razón el otro?... sí, mi Amo.
-¿Te habría gustado tener como Amo a alguien más experimentado?... sí, mi Amo.
-¿Has disfrutado con otros Amos más que conmigo?... sí, mi Amo.
-¿Te aburres cuando te ato?... sí, mi Amo.
-¿Quieres que pare?... sí, mi Amo.
-¿Deseas que te abandone?... sí, mi Amo.

  Podría seguir así hasta el infinito, pero tampoco es cuestión de ponerme pesada. Creo que esta muestra basta para captar la idea general que quiero transmitir. 
  Una sumisa no es un ser vacío que se “programa” para responder mecánicamente sin ningún criterio. ¿De qué sirve que diga “sí, mi Amo” si no lo siente? Si esa es la única opción que tiene, ni se molestará en oír la pregunta... ¿para qué?. 
  
 El “no” está muy desvalorizado en el BDSM. “No” no implica negatividad. Un “no” puede ser de lo más positivo. El derecho a decir “no” debería estar presente en toda relación. No se puede crear un vínculo basado en la confianza vetando la sinceridad.


  Reivindico el derecho, la necesidad, la obligación, de l@s sumis@s a decir “no”. Ese “no” que es fruto del respeto, de la confianza, de la sinceridad, de la entrega, e incluso, del amor.

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