Hoy he visto una de esas “realistas”
fotos de estudio con la siguiente frase: “Hablarás solo para
decir, 'si, mi Amo'”.Puede
resultar poético y, sin duda, en las fotos, luce mucho; pero me
pregunto, ¿quién escribe o comparte estas fotografías realmente
piensa así?
Trato
de imaginarme una relación donde la sumisa solo tenga la opción de
decir “si, mi Amo”; cual robot sin voluntad ni criterio, sin
pensamiento propio ni personalidad. Aparte de parecerme tremendamente
aburrida (para eso, mejor comprarse un florero), me parece un arma de
doble filo para el dominante.
-¿Este
traje me hace gordo?... sí, mi Amo.
-¿Crees
que este bongage que he hecho me ha quedado un poco chapucero?... sí,
mi Amo.
-¿Te
parece que en este debate tenía más razón el otro?... sí, mi Amo.
-¿Te
habría gustado tener como Amo a alguien más experimentado?... sí,
mi Amo.
-¿Has
disfrutado con otros Amos más que conmigo?... sí, mi Amo.
-¿Te
aburres cuando te ato?... sí, mi Amo.
-¿Quieres
que pare?... sí, mi Amo.
-¿Deseas
que te abandone?... sí, mi Amo.
Podría
seguir así hasta el infinito, pero tampoco es cuestión de ponerme
pesada. Creo que esta muestra basta para captar la idea general que
quiero transmitir.
Una sumisa no es un ser vacío que se “programa”
para responder mecánicamente sin ningún criterio. ¿De qué sirve
que diga “sí, mi Amo” si no lo siente? Si esa es la única
opción que tiene, ni se molestará en oír la pregunta... ¿para
qué?.
El “no” está muy desvalorizado en el BDSM. “No” no
implica negatividad. Un “no” puede ser de lo más positivo. El
derecho a decir “no” debería estar presente en toda relación.
No se puede crear un vínculo basado en la confianza vetando la
sinceridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario